Adéntrate en la frontera norte de Mongolia Interior y explora desde Pekín las antiguas tradiciones del té chino a través de experiencias inmersivas
La frontera norte de la China moderna, a menudo denominada la «Zona del Norte», es una región cultural distintiva caracterizada por desiertos, estepas y bosques. Esta vasta área se extiende desde Heilongjiang en el este hasta Xinjiang en el oeste.
Aquí, la Gran Muralla servía, con ciertas limitaciones, como una frontera que delimitaba la sociedad agrícola y avanzada de China frente a la naturaleza nómada e indómita de las tribus del norte. Representaba una línea divisoria entre la seguridad y lo desconocido.
Además de Pekín y los viajes, tenemos una profunda pasión por el té chino y queremos compartirla contigo. El té ha sido una parte integral de la vida cotidiana en China durante siglos. Sus raíces se remontan a la dinastía Tang y desde entonces ha evolucionado de manera continua hasta nuestros días. Más allá de ser un alimento básico en la dieta local, el té ha desempeñado un papel significativo en la historia de China, especialmente en la época contemporánea.
Ofrecemos una variedad de experiencias relacionadas con el té, diseñadas para sumergirte en esta rica cultura. Explora Maliandao, la famosa calle del té de Pekín, con sus innumerables tiendas. Disfruta de una sesión de té personalizada en la que podrás degustar diferentes variedades y profundizar en tu comprensión de esta antigua tradición. Y para una experiencia más práctica, viaja a los campos de té del sur de China y contempla de cerca el arte de su elaboración.
La Ruta de la Seda recorría numerosos estados, pero su origen se encontraba en el territorio que hoy conocemos como China. Con Xi’an (antigua Chang’an) como punto de partida, este camino atravesaba el corredor de Gansu para bordear el desierto de Taklamakan, pasando por Jiayuguan y varias ciudades oasis, entre ellas Dunhuang, célebre por sus cuevas y su antigua biblioteca. Desde allí, la ruta se extendía hasta Kashgar, donde se bifurcaba hacia diferentes direcciones.
Más que una simple ruta comercial, desempeñó un papel fundamental en la comunicación y el intercambio entre culturas, en ámbitos religiosos, diplomáticos, militares e incluso tecnológicos. Como anécdota, la seda, uno de los bienes más valiosos de la época y utilizada con frecuencia como tributo o medio de pago en la zona, dio nombre a esta red de caminos. Sin embargo, el término “Ruta de la Seda” fue acuñado mucho más tarde, en el siglo XIX.










